En un mundo cambiante que
frecuentemente modifica sus premisas y valores, los principios absolutos del
evangelio permanecen firmes, dando una referencia constante del propósito
divino para la humanidad. Los cristianos tenemos en la Biblia precisamente la
revelación de Dios, dada a los santos hombres por inspiración del Espíritu
Santo. Por ello, las Asambleas de Dios la reconocen como autoridad única e
infalible en cuanto a fe y conducta. De esta divisa se deriva su Declaración de
Fe, que consta de 16 puntos doctrinales, de los cuales se ofrece la siguiente
síntesis.
1. La inspiración de las Escrituras: Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, nuestra única regla infalible de fe y conducta, por haber sido inspirada por el Espíritu Santo.
2. El único y verdadero Dios:
Creemos que hay un solo Dios verdadero, que se ha revelado como el Creador de
todas las cosas, y que existe eternamente. En la unidad esencial de Dios hay
distinción de personas o titulos, entre ellas: el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
3. La Deidad de Nuestro Señor
Jesucristo: Creemos que Jesús de Nazaret es Dios mismo hecho hombre, que se
encarnó para vivir entre nosotros y mostrarnos el reino. Nació de una virgen,
vivió, murió, resucitó y ascendió al cielo.
4. La caída del hombre: Creemos que
el hombre fue creado por Dios en estado de inocencia, pero a consecuencia de la
desobediencia adquirió una naturaleza pecaminosa y quedó sujeto a la
condenación eterna. Su única fuente de redención y esperanza de vida eterna
está en el sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario y su resurrección
de entre los muertos.
5. La salvación del hombre: Creemos
que la salvación se obtiene cuando el hombre se arrepiente de sus pecados y
acepta por la fe el perdón de Dios ofrecido a través de Jesucristo. Además, el
Espíritu Santo le da seguridad interna de que ha sido hecho hijo de Dios. A
partir de este momento el hombre salvo debe vivir una nueva vida, recta y
santa.
6. La santificación: Creemos que la
santificación es un estado de gracia al cual entra el creyente al aceptar a
Cristo, e implica separarse de la mundanalidad y consagrarse a Dios, procurando
vivir en un estado de pureza moral mediante la ayuda diaria del Espíritu Santo.
7. Los sacramentos de la Iglesia: El
bautismo en agua y la Cena del Señor: Creemos en el bautismo en agua por
inmersión, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Un
testimonio público de la fe del creyente que ha aceptado a Jesús como su
Salvador. Creemos que la cena del Señor es también un sacramento para la
Iglesia, del que participan los miembros de la congregación que ya fueron
bautizados en agua, como un símbolo de nuestra unión con Cristo, un
recordatorio de su sufrimiento y muerte y un anuncio de su inminente retorno.
8. El bautismo en el Espíritu Santo:
Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia espiritual
diferente a la salvación y posterior al nuevo nacimiento en Cristo.
9. La Evidencia del bautismo del
Espíritu Santo: Creemos que la manifestación de que se ha recibido el bautismo
en el Espíritu Santo es hablar en otras lenguas, no por propio impulso del
hombre, sino bajo la dirección del Espíritu Santo. Es dado para capacitar al
creyente en el cumplimiento de la gran comisión.
10. La Iglesia: Creemos que la
Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, está compuesta por cada creyente nacido
del Espíritu cuyo nombre está escrito en el libro de la vida y su propósito es
adorar a Dios, evangelizar al mundo, edificar a los fieles y llevar a cabo la
obra social.
11. El ministerio: Creemos que en un
sentido amplio todo creyente es un ministro, llamado para servir, testificar,
interceder y contribuir, aunque también han sido provistos un llamamiento
específico y un servicio escrituralmente ordenado por Dios para los ministros
de la Palabra.
12. La sanidad divina: Creemos en la
sanidad divina, y ésta se recibe por fe con base en el sacrificio expiatorio de
Cristo.
13. La Bienaventurada Esperanza:
Creemos que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesucristo regrese
por los suyos, en este momento los que hayan muerto siendo salvos serán
resucitados primero y trasladados junto con aquellos creyentes que se
encuentren vivos, para estar con el Señor por la eternidad. Este acontecimiento
puede ocurrir en cualquier momento y será antes de la gran tribulación.
14. El Reino Milenial: Creemos que
la segunda venida de Cristo en gloria será cuando el Señor regrese con sus
santos a la tierra para establecer su reinado físico y visible por mil años.
Este reino milenial traerá paz universal y el cumplimiento de las promesas
hechas a Israel en el Antiguo Testamento.
15. El juicio final: Creemos que el
juicio final será para todos los impíos que rehusaron aceptar a Jesucristo.
Ellos, junto con Satanás y los ángeles caídos, serán arrojados al lago de fuego
donde estarán por la eternidad.
16. Los cielos nuevos y tierra
nueva: Creemos que habrá cielos nuevos y tierra nueva, donde morará la
justicia. Allí vivirán todos los santos por la eternidad.
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