Siento, pienso y Vivo

En los momentos de despedida de mi primer empleo (tiempo de preaviso), analizaba lo que significa dejar personas, lugares y circunstancias que han dejado huellas en tu vida, entonces escribí esto que ahora quiero presentarles.


Siento, Pienso y Vivo.
Siento, pienso, vivo, y no me resigno a olvidar,
A perder mis ilusiones esparcidas en el tiempo,
Ver derramar mis tristezas y alegrías sobre el río turbulento
Prefiero contra de la pendiente caminar
Retando al viento que las huellas de mis amores quiere borrar
Mis sueños y realidad han de quedar por siempre
Pero me veo traicionado por los recuerdos
Que se escapan sin anunciar regreso.
Todo lo que he vivido son solo añoranzas
Talvez pluma caída, o una esparcida gota fría
Retazos de imágenes, voces y caricias,
Palpitaciones inequívocas de una emoción tardía
Lágrimas que no salen y semifabricadas sonrisas
Los ojos del ayer reflejados en lucecitas brillantes
Sí, eso vale mucho aquí, porque siento todavía
Remembrar rostros amigos, aventuras tiernas, sollozos indecentes.
Mi corazón sigue latiendo con intensidad
Y excava bajo la mina donde enterré mis diamantes
Sí, pienso, incesantemente en trenes de alta velocidad
Donde suben y bajan pasajeros, compañeros de viaje al fin
Cargados de maletas livianas y de chistes color gris
Amigos que jamás olvidaré, aun cuando no pueda recordarlos
Claro, vivo mi realidad presente sin alfombras voladoras
Viendo lo que vivo, eterno agradecido de Dios.
Seguro estoy que no me engañan las ideas
Porque detesto las agonizantes falsedades escritas en carteles
Vanidades pintadas de azul, esquemas y títulos
Caminar contra la pendiente prefiero
Amenazando al calor que quiere pulverizar mis rizos
No ser seducido por el fantasma de lo que pudo haber sido
Decisiones firmes marcan el nunca jamás
Pero me presiento señalado por el supremo propósito
En el que caben todas mis cajas semillenas de cristales
Con cómplices de fugitivos, inmensos agujeros,
Restos, rostros, rastros, lápices de mi esperanza
Hacer lo que debo y saborear el cáliz sobre mi mesa quiero
Razonable suspiro de una estrella solo mía.
Sudor que recorre el relieve de una empinada montaña
No. Soy presente y con dedos enteros cuento la melancolía
Huéspedes momentáneos en la suavidad de una cabellera extraña
Despertar ante la heterogénea realidad de las orugas que crecerán
Sedientas de cielo, campos, flores y libertad
Cargar a cuestas cofres, baúles y platos bañados de alquitrán.
Sazonar liebres con vino viejo, cultivado entre diminutas risas.
Se lo que necesito, lo demás es espuma que hará mi copa rebosar.
Prefiero caminar contra la pendiente.
Que hará rodar al olvido los amaneceres de miedos,
Los que dicen que estás vivo y con lápiz enano.
Escribiendo canciones que bailarán pies sinceros
En medio de gloria, fama y majestad; aplausos hirientes.
Después de todo: si el tiempo no es mi amigo; es mi hermano.